viernes, 11 de marzo de 2016

El poder de sus palabras


¡El poder de sus palabras  es tan grande,
Que con ellas puede hacer de su vida
Un cielo o un infierno!

No vuelva a hablar mal de nadie, ni a expresar malas palabras. Bendecir viene de la unión de las palabras “bien” y “decir”.su vida en todas sus actividades, donde quiera que se manifieste, es la presencia de Dios en acción y es solo por falta de comprensión, de pensamiento y de sentimiento, que usted siempre interrumpe esa corriente pura de la esencia perfecta de la vida.

En todos estos años de investigación, he podido establecer una sola diferencia entre los ricos y los pobres, ¿sabe cual es? Que los ricos, sienten, piensan y actúan como ricos, mientras los pobres, sienten piensan y actúan como pobres. Quiero decirle, que para mi, el subdesarrollo implica  una actitud mental. Cámbiele la actitud mental a un pobre, póngalo a hablar bien y vera que después de un proceso, se encontrara con una persona que vive en abundancia. La tendencia natural de su vida cambia y se convierte en el amor, la paz, la belleza, la armonía y el bienestar.
Con las palabras se manifiesta la perfección.

Usted siempre va en un proceso ascendente, que es inherente a su propia vida. Recuerde como estaba hace uno, dos, cinco años y vera cuanto a progresado; puede ser en algo tangible o intangible, pero usted ha visto su progreso; es la actividad de su vida. es una verdadera lastima que existan personas, que parecen no entender el autentico significado  de las palabras. Todo cuanto usted sienta, diga y piense, pone en movimiento su mundo externo, para que se le presente su camino sin obstáculos.

En otras palabras, usted con lo que dice, abre la puerta de su emanación natural. Y cuando usted siente, piensa o habla de su propia incapacidad, esta cerrando la puerta a toda su poderosa energía.

Si usted entiende y aplica esta poderosa, pero simple ley, debe estar en guardia y vigilar su pensamiento y sus expresiones, pues cada vez que dice o siente: “yo no soy…”, “yo no puedo…”, “yo no tengo…”, etc., esta utilizando negativamente su gran poder interno y pone en movimiento su ilimitada energía para actuar en su contra, a menos que reaccione positivamente y afirme: “yo soy…”, “yo puedo…”, “yo tengo…”.

La única posibilidad que usted tiene de certificar la veracidad de esta ley en su propia vida es practicándola. Ensáyela, póngala a prueba, pronuncie con positivismo su propósito, dígaselo al espejo, obviamente adviértale a su familia  previamente, dígales que es un ejercicio, que no se preocupen…, hágalo, aproveche mañanas, háblele al espejo y véndale a esa persona que ve, la idea de lo que usted quiere proyectar en su vida. Una esto al inmenso deseo de lograr su proyecto de vida y se sorprenderá de los resultados.

Cuidado con lo que usted habla, siente o piensa, le puedo afirmar con toda certeza, que la dinámica es menos peligrosa, pues solo afecta la parte física, mientras que sus pensamientos, enviados ignorantemente y sin gobierno, lo atan a la rueda de infinitas consecuencias de la ley de causa y efecto. Es importante que usted mida sus palabras. este atento a lo que le sucederá cuando emplea imprudentemente expresiones erróneas contra usted mismo o contra los demás, cuando pronuncia groserías o malas palabras, cuidado porque usted se puede enfermar y de gravedad, ya que con su pensamiento, utiliza el principio de la actividad del universo.


No vaya a pensar que la anterior afirmación es falsa, extraña o vana. ¡NO¡ es el mas elevado principio de vida, usado y expresado por todas las civilizaciones que han existido en el mundo, pues el pensamiento es la primera manifestación  de todas las formas cocientes de vida.


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